El preciado valor del cuerpo humano, parte 5 de 8

Conociendo la situación de los humanos, viendo tanta lucha en el mar del sufrimiento en el plano físico, Ellos bajaron; Dios los envía a Ellos aquí abajo para enseñarnos, para enseñarnos el camino a Casa otra vez, para enseñarnos cómo usar al menos nuestra conexión con el Poder Celestial para volver a Casa, o para ir a la Tierra de Buda -- donde deseemos ir. “Volver a Casa” también significa la Tierra de Buda, los Cielos – cuando digo los Cielos, quiero decir algo por encima de nuestro nivel físico. Las Tierras de Buda están también en alguno de estos Cielos. Algunos de los Budas, Sus méritos son tan inmensos que Ellos crearon Sus propios Cielos para Sus propios seguidores, Sus propios discípulos que Les siguieron cuando Ellos estaban en la Tierra. Y quizá hubo alguna energía de sobra de estos Budas y la gente creyó en Ellos, así que esos Budas también les ayudarán, o les enviarán a alguno de Sus Discípulos Principales desde la Tierra de Buda para que bajen a ayudar a los que rezan para pedir ayuda.

La Tierra de Buda también es un Cielo. Así que podemos decir “la Tierra de Buda”, o podemos decir “La Tierra del Cielo”. es lo mismo. Significa una libertad gozosa, feliz, sin límites, bendición sin límites, situaciones de deseos cumplidos sin límites cada segundo de vuestra vida. No tenéis que preocuparos. No tenéis que trabajar duro. No tenéis que temer la guerra, la opresión ni nada de lo que por desgracia experimentamos en la Tierra. En la Tierra hay menos felicidad que dolor. Todos nosotros sabemos eso. Ahora, en los Cielos o la Tierra de Buda - significa que no tenemos todo esto, lo que tenemos en la Tierra - solo tenemos los más felices los más benditos y los más satisfechos de los corazones y sentimientos Cualquier cosa que queramos, viene a nosotros. Cualquier sitio que queramos ir, simplemente volamos allí, o en un pensamiento, estaremos allí. Depende de en qué Cielo estemos.

Algunos Cielos están en una dimensión más alta, entonces podemos pensar solamente y podemos ir a cualquier sitio; y simplemente pensamos, y entonces cualquier cosa que queramos aparece. En algunos Cielos más altos, ni siquiera queremos nada porque seremos nosotros mismos, nuestra Naturaleza de Buda completamente revelada, y solo somos el Buda. O podéis decir que estamos en el Cielo. Nos hacemos uno con Dios, entonces no queremos nada.

Pero en el cuerpo humano es más fácil practicar espiritualmente debido a los contratiempos, y porque tenemos un cuerpo físico que contiene poder milagroso, poder sin límite – por eso. Y es una pena que las personas no lo sepan. Yo también lo he sabido hace poco. Yo no lo sabía al principio de estar iluminada. Y no lo sabía cuando tenía muy pocos discípulos. Solo porque tengo Supreme Master TV y tengo que investigar en muchos acontecimientos en el mundo, entonces conozco más a fondo, con más profundidad el sufrimiento de los humanos, o de las personas-animales. Lo vi físicamente, mentalmente, y espiritualmente también. Entonces continué buscando, buscando qué más podría hacer por este mundo, qué más tenía. Entonces seguí descubriendo más y más el poder dentro del cuerpo humano. Así es como he podido sobrevivir hasta ahora. Yo imagino a cualquier otro - siendo una mujer pequeña, muy frágil - me habría roto en pedazos hace mucho, mucho tiempo si no hubiera sido por la Gracia de Dios, por la Bendición de Buda, descubierta gradualmente, algo en aquella época, algún poder en aquel momento para enfrentarme a la situación del momento, y también tener más Bendición fluyendo en el mundo.

Así que solo ahora me doy cuenta de lo que el Buda dijo - que tener un cuerpo humano es algo raro y precioso, y tremendamente difícil. Y ahora me doy cuenta también de lo que Dios dijo – que Dios hizo a los humanos a Su propia Imagen. Porque Dios, por supuesto, tiene tanto Poder, una cantidad de Poder inimaginable, tremenda, que nunca podríamos imaginar. Antes de redescubrir mucho más del poder escondido dentro del cuerpo humano, yo tampoco entendía mucho. Lo leemos todo, pero no siempre nos damos cuenta de lo que significa hasta que de verdad lo conocemos con nuestra sabiduría. Es solo porque el mundo ahora tiene más sufrimiento, así que sigo buscando, buscando; Sigo intentando, intentando esto y aquello, y entonces redescubrí qué poder se les ha dado a los humanos – a mí, al menos.

Por eso os dije que cuidaseis vuestro cuerpo, porque es un templo de Dios. Ahora entendéis lo que significa que el cuerpo es un templo de Dios. El Buda dijo: “Todos los seres son como yo. ¿Cómo es que no lo saben?” Por eso el Buda nos animó, diciendo: “Yo ya soy Buda. Vosotros seréis un Buda. No carecéis de nada; vosotros seréis un Buda también”. Y el Señor Jesús también dijo: “Cualquier cosa que yo hago, vosotros también podéis hacerla. Incluso podéis hacerla mejor”. Porque Jesús quizá se dio cuenta de lo importante que es recibir un privilegio como el del cuerpo humano con tanto equipamiento - equipamiento milagroso.

Somos muy privilegiados por ser los hijos de Dios, lo que significa que nacemos con el Poder de Dios. El Buda quiso decir que somos muy privilegiados por ser humanos, porque Él ha llegado a ser Buda y otros humanos también llegarán a ser Buda. El Buda no dijo; “Yo soy el único Buda. Vosotros, todos vosotros, nunca podéis ser Buda. Todos vosotros sois pecadores, sois malos”. Él Buda nunca ha dicho eso. Es solo que en aquella época, el Buda probablemente era el único o uno de dos o uno entre pocos, que habían llegado hacer realidad la Naturaleza de Buda en Él. Eso es. Igual que el Señor Jesús - probablemente el único en aquel periodo de tiempo que había hecho realidad el Reino de Dios completamente.

Pero como sabéis, este mundo es el mundo de estas pruebas, tribulaciones y poder de engaño, desafiante, de los ángeles caídos que dominan el planeta. Así, cuando venimos aquí, perdemos nuestros recuerdos. Olvidamos nuestro camino a Casa. No significa que no estemos conectados, no significa que no sepamos el camino a Casa. Es solo que hemos olvidado dónde está. Aunque está justo aquí, dentro de nosotros. Solo necesitáis un Maestro iluminado, que sepa el camino para despertaros y mostraros el principio, y vosotros seguiréis caminando hasta el final. No hay final, por supuesto, es solo una forma de decirlo. No hay principio. Pero solo un Maestro iluminado puede enseñaros eso, con la Gracia de Dios, por supuesto. Solo porque tenéis el cuerpo precioso – en su interior tenéis todo lo que necesitáis; tenéis el Universo entero en vuestro interior; tenéis todos los poderes que hayáis podido imaginar.

La única pega es que si lo hacéis todo para vosotros mismos y un par de discípulos o unos cuantos familiares, entonces estaréis disfrutando felizmente toda vuestra vida - como muchos de vuestros hermanos y hermanas que siempre escriben bonitas Líneas del Corazón porque lo han experimentado ellos mismos. Porque ellos no son el Maestro, no han sido seleccionados para ser el Único para ser el sacrificio para el mundo. Así, en cualquier cosa que hacen, siempre está el Maestro ayudándolos. Y ellos descubrieron su propio poder interior. Así que ellos no tienen que usar mucho, excepto simplemente meditar con el método correcto: el Método Quan Yin, el Método de la iluminación inmediata, el Método que no ha sido escrito en ninguna biblia, o sutras. Porque, como dijo el Buda en el Sutra Surangama, hay un atajo. Ya hablamos de eso hace algunos años. No puedo seguir repitiéndolo - es demasiado largo.

Así, se nos da la oportunidad de volver a Casa, después de haberlo intentado por nosotros mismos para ver lo poderosos que somos, independientemente. Pero entonces bajamos a la Tierra, y nos han golpeado por todas partes, hemos sido castigados aquí y allá por cualquier cosa o por nada, por ser tentados a hacer lo malo. Y estamos muy cansados, estamos debilitados y no podemos encontrar un camino a Casa. Igual que nadar demasiado contra una corriente fuerte: Ni siquiera podemos llegar a la orilla. Así que necesitamos a alguien que tenga un cuerpo fuerte para nadar, una técnica, o a alguien con un barco, con una barca para venir y rescatarnos. Esa es la misión del Maestro - ser vuestra barca, para llevaros a la otra orilla.

Así que Dios sigue enviando Su Equipo, o a Su Hijo para que baje y nos ayude a toda hora. Es solo que a veces tenemos la vista demasiado borrosa para reconocerlo. Igual que cuando el Señor Jesús nació, la gente estaba todavía esperando al Salvador. Y es como cuando el Buda estaba allí justo delante de ellos, ellos Lo difamaron, esperando a que bajase algún otro Buda. Y ahora ellos están esperando que Maitreya baje otra vez. Supongamos que Maitreya bajase mañana, ¿cómo lo reconoceríais a Él? ¿Debería llevar un hábito de monje? Los otros monjes los criticarán a Él. ¿Y cómo sabrían o sabría alguien que Él es el Buda Maitreya? ¿Y si no lleva un hábito de monje, sino ropa de sacerdote, ¿cómo lo reconoceríais a Él en cualquier sitio? Ya que Él baja, Él tiene que hacer algo; Él tiene que ser alguien. ¿Cómo sabréis quién es quién?

E incluso si coméis solo una comida al día o tres semillas de sésamo y tomáis tres sorbos de agua al día, la gente no pensará que vosotros sois el Buda. Porque muchos monjes hoy en día todavía hacen eso - en muchos países de Asia, al menos. O en la Ciudad del templo de los Diez Mil Budas, Wànfó Shèngchéng, del Maestro Hsuan Hua en EEUU, en algún sitio antes. Todos estos monjes y monjas deben tomar solo una comida al día, y comer muy poco. Nadie fue allí y comprobó si todos ellos son Budas. Viven con extrema frugalidad y humildad. E incluso algunos monjes salieron, caminando desde esta ciudad a aquella ciudad: Daban un paso, hacían una reverencia; dos pasos, dos veces; tres pasos, tres reverencias - postrándose, con lluvia o sol, en la calle, no en un simple jardín en cualquier sitio del templo. Y la gente pasaba a su alrededor y se reía de ellos, les difamaba, les reprendía, se burlaba de ellos, toda clase de cosas. Pero nadie fue allí al Templo de Hsuan Hua para averiguar si alguno de ellos son Budas.

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