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La revelación del Rey de la Guerra sobre la guerra y la paz, parte 5 de 7

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He tenido muchas malas experiencias con bancos: Un banco en Estados Unidos, un banco en España, un gran banco - bancos internacionales, bancos famosos, no bancos normales. Pensé que esta clase de bancos internacionales famosos tendrían buen servicio, fácil para mi vida. No es verdad. Y también los internacionalmente famosos de Alemania, Estados Unidos, España, Francia - oh, he probado toda clase de bancos. Me han causado muchos problemas, mucha burocracia. Y una vez, quise donar para el desastre del (huracán) Katrina. También me causaron problemas. Tuve que escribir muchas cosas para que pudieran enviar dinero por ese (huracán) Katrina para ayudar a las víctimas. Prefiero que la gente no sepa mi nombre; en el fondo de mi mente, de forma intuitiva, tal vez también por razones de seguridad. No quiero que la gente sepa que tengo tanto dinero aquí y allá. Para la gente normal, es mucho. No tengo tanto como mucha gente que conocen, pero para otras personas, o incluso para un ladrón, es mucho dinero.

Si tienen efectivo, es muy sencillo dárselo a cualquier persona, en cualquier momento que lo consideren oportuno. O incluso compro cosas para el banco de alimentos en la tienda, o para gente pobre, porque a veces lo anuncia el ayuntamiento o el alcalde de alguna ciudad. Entonces, simplemente voy a la tienda, lo compro y lo dejo allí en la tienda para que el gerente de la tienda lo envíe. No lo envío yo misma. En esos casos, simplemente compro en efectivo. Por eso a veces tengo mucho dinero en efectivo. Ya no lo hago, especialmente mientras estoy en retiro, por supuesto. Pero no quiero darlo mediante cheque o tarjeta de crédito porque la gente puede descubrirlo.

Como una vez en Canadá, no tenía más efectivo y tuve que usar una tarjeta de crédito. Entonces la policía incluso fue a la tienda a preguntar: “¿Quién lo compró? ¿Es dinero real o…?” Debido a que era mucho, así que dudaron si había algo sospechoso o no. Entonces fueron a la tienda y preguntaron. Y ellos vieron: “Está bien, esta es Su tarjeta de crédito. Es Su nombre. Todo está bien”. Y entonces ellos podrían saber mi nombre. Y luego incluso apareció en los periódicos y en la televisión. Oh, Dios mío. Eso es lo que menos quería. En este mundo, es muy complicado incluso hacer algunas cosas buenas. Pero supongo que para ustedes que no son muy conocidos para mucha gente, así que podrían usar una tarjeta de crédito o una transferencia bancaria o algo así. Pero en la calle, a las personas sin hogar, no se les puede dar una tarjeta de crédito, no se les puede dar un cheque. No estoy segura de sí pueden ir a alguna tienda y presentar un cheque para comprar algo de comida. No estoy segura.

Una vez me metí en problemas, incluso con un cheque. En algunos países existen dos o tres sistemas, como en el Reino Unido, por ejemplo. No lo recuerdo muy bien. Fue hace mucho tiempo. Un lugar como Irlanda del Norte también pertenece al Reino Unido. ¿No recuerdo si fue en Irlanda del Norte o ya estaba en Inglaterra? Irlanda del Norte también pertenece al RU, Reino Unido. Pero no sabía que allí se utilizan distintos tipos de dinero. Y en Irlanda, en el sur de Irlanda, hoy en día se utiliza el euro, por ejemplo. Pero cuando vas a Irlanda del Norte, ellos no lo aceptan. Esa es la cuestión. Y también causa muchos problemas. No es sólo que tengas dinero y luego no tengas problemas; es simplemente menos problema. Normalmente no me gusta usar una tarjeta de crédito porque hay nombres y a veces la gente puede copiarla y sacar el dinero del banco de la persona que me prestó la tarjeta de crédito – mi equipo. A ellos les resulta más fácil manejar una tarjeta de crédito y me la prestan cuando estoy de viaje; uso un cajero automático o algo así.

Pero claro, no sabía que incluso en una misma isla se usa dinero diferente. Al igual que Irlanda, el sur de Irlanda, Dublín, utilizan dinero europeo. En Irlanda del Norte no lo aceptan porque pertenece al Reino Unido. Y luego, una vez usé una tarjeta de crédito porque no tenía más efectivo. Si sigues dando, entonces hasta la montaña se caerá. Eso es lo que dicen los aulacenses (vietnamitas). Luego pedí prestada una tarjeta de crédito. Es mi dinero, de todos modos. Mi equipo que cuida de mi dinero se encarga de eso por mí para que pueda usar algo de mi dinero en caso de emergencia desde un cajero automático. Ni siquiera sé cómo usarlo. Tengo que preguntarle a alguien cercano en la tienda: “Por favor, muéstreme cómo usar la máquina”. Y luego me muestran: “Primero presionas esto y presionas aquello y luego te sale el dinero”. Lo hice varias veces.

Y ahora, en ese país, era Irlanda del Norte, introduje la tarjeta de crédito, pero la usé en la máquina equivocada, lo crean o no. Pensé que todas las máquinas daban el mismo tipo de dinero. No. En esa zona – estoy segura que era Irlanda del Norte - metí una tarjeta de crédito en la máquina y salió el otro dinero (billetes distintos), pero ni siquiera miré. No soy una experta en diferencias monetarias. Aunque todo el mundo lo sabría, no manejo mucho dinero en un país extraño, así que no lo sabía. Entonces salió un dinero diferente. Y después pude pagar en una tienda por esa zona para comprarme unos zapatos, porque necesitaba un par de zapatos. Así que compré eso, y algo de ropa nueva – una chaqueta sólo para abrigarme. Y entonces pude pagar. Y también pude pagar incluso en una tienda de sándwiches veganos, está bien. Así que pensé que no había problema. Entonces el resto del dinero, lo junto con el otro dinero, dinero de Inglaterra o dinero europeo, el euro. Y luego regresé a Inglaterra, a Londres.

Y ya no tuve más dinero de Inglaterra; Ya pagué un taxi, un avión o lo que sea. Así que ya no tenía más dinero en efectivo de Inglaterra. Entonces fui a una tienda – vi una larga fila allí. Y me dijeron que ahí se podía cambiar dinero, porque tenía otro dinero que en la tienda no aceptaban. Y luego me di cuenta de que este es un dinero diferente. No es dinero de Inglaterra. Puedes gastar eso en Irlanda del Norte, pero no ahí en Londres en ese momento. Me dijeron: “Aquí no, aquí no. No puedes gastar esto en Londres, no aquí. Tienes que cambiarlo”. Entonces tuve que ir a esa tienda. Y antes de eso, me paré frente a esa tienda esperando en la fila. Tenía mucho dinero de UE (euros) en mi bolso, entonces quería cambiar euros. Y saqué uno. En ese momento no sabía que el dinero era diferente. Quería cambiar euros, porque de todos modos ese dinero no es mucho. Quería cambiar muchos euros para ir a buscar un hotel, coger un taxi e ir a comer algo.

Y entonces vi a un hombre sentado en el suelo - muy pobre, con la ropa hecha jirones - así que pensé que necesitaba dinero. Así que saqué algo de dinero de mi bolso y se lo di. Y él vio el dinero y me dijo: “No, aquí no. No puedes gastarlo aquí. Esto no es dinero inglés”. Le dije: “Ah, vale. No lo sabía. Así que ahora puedes ir a esa tienda de ahí, enfrente, y cambiar el dinero en libras. Te lo cambiarán. Ve delante de mí”. Le dejé mi sitio. Y más tarde él entró y lo cambió. Salió y me dijo, "Oh, lo cambié. Está bien." Así que pensé que no había problema. Entré, y yo también quería cambiar el mismo dinero. Y entonces, ellos no me lo cambiaron. Me regañaron. Dijeron: “Usted no hace este tipo de cosas. Usted envía a un hombre en primer lugar para que se lo cambie, y ahora viene y lo cambia. No lo haré por usted".

Le dije: “Oh, no, señor. No lo sabía. Entonces, ¿qué cambia? ¿Cambias euros entonces?" Me dijo: “Sí, por supuesto”. Por lo tanto, tuve que hacerme a un lado y dejar que otra persona entrara primero porque tenía que abrir mi equipaje y sacar más dinero. Y luego no lo cambiaron. Me lo hicieron pasar muy mal y me regañaban sobre todo tipo de cosas. Yo no sabía por qué me regañaban. Yo sólo quería cambiar dinero. Supongo que sospechaban de algo. Porque no parezco inglesa - claro que no lo soy. Así que les dije: “Vale, ¿puede por favor cambiar tanto como pueda, para que pueda coger un taxi, ir a un hotel y lavarme porque necesito lavarme, y necesito algo de comer." Así que me cambiaron 300 euros a dinero inglés. Oh, no sabía que era tan difícil cambiar dinero. Así que cuando salí a buscar un taxi, tampoco sabía ¡cómo conseguir un taxi allí!

Entonces les pregunté a las personas que estaban haciendo fila conmigo: “¿Tienen un número de taxi para que pueda llamar un taxi por mí?” Así que una amable señora se salió de la fila, y dijo: “Allí hay una tienda. En el interior tienes un teléfono gratuito para pedir un taxi”. Dije: “Oh, guau, ¿existen esas cosas? ¡Qué amable! ¿Y dónde está la tienda?” Ella señaló con el dedo. “¿Cómo se llama la tienda? ¿Cómo llego hasta ahí?” Ella dijo: “Está bien, te llevaré allí”. Entonces ella me llevó a la tienda. Le di a esa oficina de correos un par de miles de euros, pero solo me los cambiaron cuando finalmente les dije: “Por favor, cambien un poco para que pueda ir a comer algo”. Luego cambiaron sólo 300 euros. No cambiaron más. Le dije: “Está bien, gracias de todos modos, gracias de todos modos”.

Y después también me dijo la señora, la que me llevó a la tienda, me dijo: “Puedes ir a esa tienda. Te cambian todo, cualquier dinero y cantidades mayores”. Dije: “Oh, ¿en serio? ¡Qué amable!” Entonces, más tarde, cuando tomé el taxi desde ese teléfono gratuito… Ella incluso me mostró cómo llamar desde ese teléfono: “Sólo tienes que descolgarlo y alguien hablará contigo, y luego dices que quieres un taxi y les dices dónde estás, y ellos vendrán”. Yo tampoco sabía dónde estaba. Entonces dije: “La tienda”. Y me dijeron: “Tenemos muchas tiendas así. Así que tienes que decirme la dirección”. Así que les pedí a los trabajadores de la tienda que vinieran a hablar con (el conductor) del taxi. Yo era una “extranjera en la tierra de Egipto.” Entonces ellos me ayudaron y conseguí un taxi.

Photo Caption: Algunos pueden parecer similares, pero siempre busquen más de cerca la calidad distintiva - la diferencia.

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