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En la industria ganadera, se necesitan grandes extensiones de tierra para el pastoreo de las personas-animales y para el cultivo de su alimento. Datos estadísticos de una red de ONGs, universidades, y otras fuentes cartográficas muestran que en 2020 84.925 hectáreas (209.854 acres) fueron deforestadas en Acre, un estado en el noroeste de Brasil. La pérdida de las tierras forestales estuvo fuertemente correlacionada con la ganadería de las personas-bovinas. En otro estudio de 2013, publicado en; la revista Ciencia de la Conservación Tropical, afirma que “el 48% de toda la pérdida de selva tropical ocurrió en Brasil, donde la ganadería impulsa alrededor de las tres cuartas partes de la tala de bosques”. En una entrevista realizada por el periódico El Quintanarroense, la Maestra Suprema Ching Hai revela la mejor solución para detener el cambio climático. “Según el último informe, la ganadería de las personas animales es la responsable del 51%, al menos, de todas las emisiones de gases de efecto invernadero que calientan el planeta. Entonces, si detenemos la ganadería, cortamos [cerca de] el 51% del calor [calentamiento global]. Y entonces, si usamos toda la tierra arable, toda la tierra cultivable, para plantar verduras y frutas orgánicas, entonces cortamos otro 40%, al menos, del dióxido de carbono que existe. El planeta se enfría en unos pocos años. Quiero decir, cuando las personas-animales todas mueran de forma natural en unos pocos años y todos los vegetales orgánicos entren, dentro de unos años, no tendremos ningún “dos grados.” Entonces, tenemos el planeta. Todavía podemos quedarnos con los autos, trenes, aviones hasta que desarrollemos una mejor, tecnología más verde para el transporte, etc.” Un informe de estudios realizados por organizaciones médicas dice que la dieta basada en plantas es de por sí, nutritiva y saludable. Recientemente, varios nutricionistas y científicos de alimentos investigaron los beneficios para la salud de adoptar una dieta vegana. Estos estudios analizaron los riesgos para la salud de las carnes rojas y procesadas. Las investigaciones, las cuales fueron reportadas por la Sociedad Americana del Cáncer, advirtió sobre cómo las dietas que incluyen productos de personas animales, como la ternera, el cordero, el cerdo, y carne procesada aumentan el riesgo de enfermedad coronaria, diciendo: Por cada 50 gramos de tocino, jamón o salchicha que se coman, el riesgo [de enfermedad coronaria] aumentaba un 18%. La Dra. Anika Knüppel, una investigadora en la Universidad College London, dice: “Sabemos que la producción de carne es uno de los principales contribuyentes a las emisiones de gases de efecto invernadero y tenemos que reducir la producción de carne y por lo tanto el consumo para beneficiar al medio ambiente. Nuestro estudio muestra que reducir el consumo de carne roja y procesada traería beneficios para la salud personal.” Otro estudio similar se hizo para reafirmar el vínculo entre consumo de carne roja y procesada y el riesgo de enfermedades del corazón. Un dispositivo de imágenes médicas vio los efectos visuales de cómo la salud del corazón de un grupo de voluntarios se vio afectada por sus elecciones alimenticias. Las imágenes revelaron que la carne roja y procesada provocaban un peor funcionamiento del corazón, ventrículos más pequeños, y arterias más rígidas. En cuanto al estudio, la Dra. Zahra Raisi-Estabragh de la Universidad Reina María de Londres dice, “Examinamos las relaciones entre el consumo de carne y medidas de imagen de la salud del corazón. Los hallazgos respaldan las observaciones previas que relacionan el consumo carne roja y procesada con enfermedades del corazón, y proporcionar información única de los vínculos con el corazón y la estructura y función vascular.” El Dr. Marco Springmann dice que hay bastante evidencia científica sobre la estrecha conexión entre la salud pública y la salud del planeta: “El mensaje es claro: sin una reducción drástica en la producción y consumo de carne y lácteos, hay pocas posibilidades de evitar los niveles peligrosos del cambio climático. UKHACC tiene razón al enfatizar que los cambios en la dieta de la escala requerida no sucederán sin un fuerte apoyo político.” La Profesora Dame Parveen Kumar, Embajadora de la UKAHCC, agrega que las actitudes públicas hacia el consumo de carne también deben cambiar, con los profesionales de la salud liderando el camino. Ella dice, “No debemos pasar por alto el potencial para mitigar los efectos peligrosos para la salud del cambio climático replanteando nuestro enfoque de la alimentación. Para lograr esto, los profesionales de la salud deben ser apoyados para compartir y orientar a sus pacientes a consejos claros y accesibles sobre la transición a una dieta más respetuosa con el clima.” Nuestra Más Misericordiosa Maestra Suprema Ching Hai ha hablado muchas veces acerca de los peligros del cambio climático, y la solución simple es adoptar un estilo de vida vegano. “Todo es bueno para la gente si ya no come más carne. Por tanto, también deberían dejarlo. para su mejor vida, mejor salud, mejor medio ambiente, y salvar este hogar de la Tierra para el disfrute de todos, especialmente para sus futuras generaciones. Si no lo hacemos ahora, ¡La Tierra se habrá ido! ¿Quién está ahí para comer carne? El gobierno puede preguntarle a la gente eso. Los gobiernos tienen que explicar a la gente que es realmente dañino ahora y esto es una emergencia, que la gente debe dejar de comer carne. Ya no es cuestión de elección personal. Es un asunto planetario de vida o muerte.” Toda la información relacionada con las evidencias científicas sobre el cambio climático y su solución está en el libro de la Maestra Suprema Ching Hai “De la crisis a la paz”. Descárguelo de forma gratuita en: Crisis2Peace.org
