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Maya ya no está y La vida del Señor Mahavira: La liberación de Chandana. Parte 4 de 7.

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Eres un individuo libre, un hijo de Dios, un ser del Cielo. Tienes que decidir por ti mismo cuán iluminado quieres ser, y cuánto quieres trabajar para ello, cuánto quieres recordar tu Ser Grandioso, en vez de esclavizarte todos los días, esclavizarte a este mundo físico, e identificar tu Grandeza con este cuerpo físico.

Es extraño, mi perra está mejor ahora. Anoche, dos perros pequeños estaban conmigo; ellos se turnan. Y normalmente el estómago de ella es muy pequeño y delgado. Aunque haya mordisqueado algo, come la comida y luego se levanta, y le doy bocadillos y agua, agua limpia. Y si está sucia, la cambio. Tengo que limpiarlos y luego limpio el suelo, etc. Anoche ella siguió comiendo, comiendo como si no hubiese visto comida en diez años. En general, no come de ese modo. Ella come lentamente, un pedazo a la vez. Ayer ella se llevó todo el montón, todo se salió por aquí y por allá, todo el montón de comida y masticó, masticó, masticó y todas las cosas se salieron. Fue muy gracioso. Y yo me reí. Dije, “Ey, ¿qué estás haciendo?” Muy gracioso, gracioso. Y aún quería comer de nuevo. Entonces, miré su panza y dije, “¡No, no, no, no, no! No puedes comer otra vez”. Y me reí también. Dije, “¿Qué? ¿Tu vientre está así y todavía quieres comer? ¡Oh, no! Mañana, ¿de acuerdo?” Y ella estuvo de acuerdo. Pero en realidad, su vientre ya estaba plano. Se había transformado, ya no había una línea entre el vientre y las costillas o la espalda. Era todo una pieza, como una tarta, todo junto. Y aun así quería comer anoche. Dije, “¿Qué pasa contigo?” ¡Señor! Dejé de darle porque ya le di demasiado; bocadillos y bocados veganos que masticar para los dientes, dos, tres veces ya. Dije, “Ya no, por favor, no más. Puedo frotarte un poco más la pancita. Frotarte, frotarte, rascarte, rascarte. Tienes eso, pero no puedes tener más comida”. Y ella se contentó con eso. Y entonces muy feliz abrió todas sus patitas y, “Vale, rasca donde Tú quieras, donde sea posible, me gusta”. Disfrutando. Pero dije, “No tengo mucho tiempo para rascarte, así que siéntete afortunada ya de que te rasque, el tiempo que pueda”.

No me siento una muy buena cuidadora. No tengo tiempo de caminar con ellos. Solo los asistentes caminan con ellos y los alimentan y los llevan a los doctores, gracias a Dios por eso. De lo contrario, creo que ustedes no me verían nunca. Siete perros es mucho trabajo. Como hijos. No tuve hijos y ahora tengo esto. Oh, es muy similar, creo. Y ellos no envejecen incluso. No pasan a ser adolescentes ni nada. Son bebés para siempre. Siempre demandando, quieren esto, quieren aquello, quieren estar alrededor, saltar a tu cama. que les frote la pancita, que les rasque aquí, que les rasque las orejas. Que los masajee por todos lados, todo el tiempo. Nunca tienen suficiente. Siempre estoy cansada, pero ellos nunca se cansan. Como los niños. Como los niños de uno o dos años, ellos nunca se cansan. O los niños de dos, tres años, jamás se cansan.

Hablando de mi perro Good Love, les agradezco a todos ustedes. Porque la última vez, cuando charlamos, mencioné a mi perro, Y uno o dos de ustedes dijeron, “Hemos estado rezando por Usted, Maestra”. Dije, “¿Pero por qué?” Y creo que estaba la hermana de Irlanda, la irlandesa rubia, ella me dijo, “Porque Usted está pasando por un momento difícil”. Y quedé muy conmovida. Estaba tan conmovida que olvidé agradecerles. Así que hoy le agradezco a ella, les agradezco a todos ustedes que me ayudaron a orar por mi perro y por mí. Tampoco estaba bien por la preocupación, el estrés. Cuando estás estresada, tienes dolores por aquí, por allá, y tienes gas que sube, quemándote, aquí, el conducto. Es mucho mejor ahora. Y no saben que maya está golpeando encima de todo eso, usando a mi asistente para los perros y otro tipo de cosas para molestarme, muchísimo. Y usando la táctica del miedo, tácticas atemorizantes y toda clase de cosas; haciendo ruidos, ruidos extraños o inusuales por la noche, perturbando mi meditación, todas esas cosas. Cuando estás en problemas, más problemas parece que vienen. Pero cuando tienes suerte, no quiere decir que tengas más suerte en el futuro, ¿verdad? Eso es lo que decimos en Âu Lạc, or Vietnam: “La suerte no viene junta; solo los problemas siempre vienen juntos”.

¡Basta de todo eso! Vayamos al negocio ahora. A lo que importa. Estos no son para leer. Es otro par para la lectura. La vida, como si no fuese lo bastante complicada. Necesito tener dos, tres pares de anteojos. Uno para el sol, uno de protección, y uno para leer. Este es bueno. Un chico fue a comprar un par de anteojos. Dijo, “Escuché que vende anteojos para leer, para facilitar la lectura, ¿es cierto?” Y el vendedor dijo, “Sí, por supuesto. Tenemos muchas gafas de lectura aquí. ¿Cuál le gusta?” Él eligió un par y se lo puso y entonces tomó un libro y trató de leerlo. Y dijo, “¿Cómo es que aún no puedo leer nada?” Entonces el vendedor dijo, “De este lado, señor, de este lado”. Y “Aún no puedo leer nada”. Entonces el hombre dijo, “¿Podría ser que no sepa leer?” Y el cliente dijo, “Si supiera leer, no tendría que comprar esto”. Así que, no son los anteojos los que te ayudan a leer. Es tu capacidad para leer.

De forma similar, no es el Buda quien te hace un Buda. Eres tú mismo. Lo tienes dentro de ti, y tienes que saber cómo sacar a ese Buda para que trabaje para ti. Solo te muestro cómo, pero no puedo meditar por ti. No puedo iluminarme por ti. De lo contrario, solo yo sería iluminada y nadie necesitaría hacer nada. Eres un individuo libre, un hijo de Dios, un ser del Cielo. Tienes que decidir por ti mismo cuán iluminado quieres ser, y cuánto quieres trabajar para ello, cuánto quieres recordar tu Ser Grandioso, en vez de esclavizarte todos los días, esclavizarte a este mundo físico, e identificar tu Grandeza con este cuerpo físico. Debes recordar que eres del Cielo. Debes recordar que eres grandioso. Siempre debes recordarlo, aunque puede que no lo creas. Porque estás tan acostumbrado al ser físico inferior que no puedes creer que seas algo más que solo el cuerpo físico. Pero debes recordar. Todos los Budas dicen que tienes a Buda dentro. Todos los Maestros dicen que tienes al Cielo, a Dios dentro de ti. ¿Por qué mentirían? No deben olvidar que son grandiosos, que son Buda. O tal vez aún no han realizado a Buda, pero son un Buda y van a ser un Buda. Deben recordar cómo son realmente. Lo crean o no, deben recordarlo todo el tiempo. Sé que es difícil porque están ocupados y están muy habituados al cuerpo físico, pero deben recordar.

Para mí, es lo opuesto. Yo debo recordar que estoy aquí en el mundo y tengo que hacer mi trabajo. Esta mañana fue muy difícil para mí, me fue muy difícil venir a verlos. Aparte de todos los asuntos que tuve que organizar, mi coche se averió. El neumático se rompió, por todas partes en la autopista. Por fortuna no había coches detrás que vinieran rápido.

¿Qué dices, amor? ( Solo quería preguntar cómo va a ser para nosotros ahora cuando maya se ha ido. ¿Cuál es el efecto que…? ) Les dije ya. Se sentirán mejor, será más fácil. ( Con nuestra meditación y con nosotros. ) ¡Sí, por supuesto! ¿Qué crees? ( Oh, Dios mío, amo a Sus perros y me apena mucho que algo así haya pasado. Pero gracias a Su perro, ahora ya no tenemos más maya y energías negativas. ) Sí, pero entonces tenemos una gran responsabilidad. No podemos culpar a nadie ahora. ( Gracias. ) Ahora están por su cuenta, así que tienen que tener cuidado de cómo hablan, cómo actúan, cómo piensan. Son un Buda, pero lo han olvidado. Son el hijo de Dios, lo han olvidado. Así que ahora, tienen que trabajar duro para recordarlo. Maya trató de obstaculizarlos, pero ahora son más libres, así que deben recordarlo y trabajar duro. Tal vez ahora les sea más rápido poder realizar su Ser que antes.

Y a la gente de afuera, les será más sencillo llevarse bien entre ellos, hablar de paz. Y están ayudándose unos a otros más y más ahora. Miren Supreme Master TV, ven muchas más noticias positivas ahora. Y en EEUU, dicen que el 49% de la población de los estadounidenses no está comiendo carne o bebe leche vegana ahora. Leche de plantas, de almendras, de arroz, avena, todo tipo de leche. Leche de frutos secos. Cuarenta y nueve por ciento de los estadounidenses hacen eso. Estuve investigando y ellos hacen eso. Y el 70%, o bien no come más carne o productos animales, o lo está dejando lentamente ahora. Eso es algo muy, muy grande. Bueno. Esta es una nueva historia.

Nunca deben olvidar, aunque sea difícil, aun si no pueden creer que son un Buda, que son Grandes Santos, deben recordar lo que les dije. Si no me creen, crean en Jesús. Jesús dijo, “Lo que hago, puedes hacerlo mejor” y “Sois los hijos de Dios y el Espíritu Santo mora dentro de vosotros”. Entonces, crean en Jesús. Y el Buda dijo “Yo ya alcancé la budeidad y ustedes lo harán. Son los futuros Budas”. Crean en estos Seres Grandiosos. Todos los Maestros dicen que ustedes son los hijos de Dios. Nadie dijo que somos los hijos del diablo, así que deben recordar eso. Y si somos los hijos de Dios, quiere decir que al menos somos como Dios. Si no por fuera, entonces por dentro. Por fuera es solo un personaje, nacen con ello, o se hereda de los padres, o las circunstancias, o los orígenes o la educación. Por dentro, son puros. Son Dios. Son dioseas y dioses y diosas. Son Santos y son los Budas, Bodhisattvas.

Hay una historia que leí en alguna parte, acerca de un hombre que estaba caminando por el bosque, y vio un gran huevo de águila. Y lo llevó a casa y lo puso junto con los huevos de las gallinas y entonces otra gallina también lo incubó, y los empolló a todos juntos. Y luego cuando llegó la hora, todos los pollitos salieron y el águila también salió. Todos salieron juntos. Y el águila vivió con los pollos, por supuesto, comía lo que comían los pollos, caminaba como los pollos, hablaba como los pollos, y corría como los pollos. Y un día, el águila ya era muy vieja. Entonces un día ella miró hacia arriba en el cielo, y vio unas águilas, verdaderas águilas volando en el cielo. Y le preguntó a los pollos, al pollo más anciano que era más conocedor, “¿Quiénes son esos?” Y el pollo anciano dijo, “Esos son águilas. Son los reyes de las aves. Son majestuosas. Vuelan en el cielo. Van de una montaña a otra. Comen alimentos puros y beben de los arroyos más puros. ¿Y quiénes somos nosotros? Solo somos pollos. No podemos volar. Solo nos arrastramos por el suelo, comemos lo que sea que nos den en el suelo”. Así que el águila anciana también aceptó eso. Toda su vida había sido un pollo. Y ahora pensó, “Oh sí, claro, somos pollos”. Y continuó viviendo su vida como un pollo, hasta que murió. No esperen hasta ser viejos y a mirar arriba en el cielo, y ver todas las águilas invisibles volando por todas partes, o a otros iniciados en la cercanía pasar volando a su lado. No esperen. Mediten bien. Trabajen duro para liberarse.

Ya son un alma libre, es solo que tienen que saberlo. Tienen que saberlo. Por ejemplo, naces como un príncipe, eres pequeño. Todos dicen que eres un príncipe, pero tú no sabes que significa un príncipe. Sin embargo debes recordarlo porque te dicen que eres un príncipe. Y más tarde creces, y sabes qué es un príncipe. De forma similar, en este momento son recién iniciados, no pueden recordar mucho. No entienden mucho, pero crecerán y tendrán la grandeza y la majestad de un príncipe.

Los monegascos deberían saber eso. Cuando el Príncipe Alberto era pequeño, probablemente no entendía qué significaba ser un príncipe. Y ahora él es rey. Él sabía bien antes de llegar a ser rey que él era un príncipe. Pero cuando era pequeño no lo sabía. ¿Tienen la posibilidad de verlo a veces? No, ¿eh? Solo mirarlo a lo lejos. Pero ellos están en Mónaco, ellos pueden verlo. (Sí, es posible.) A lo lejos, ¿verdad? Lo sé, lo sé, lo sé. A lo lejos, bueno, no importa. Está bien, solo preguntaba. Si lo ven, díganle que dije hola. (Él lo sabrá, quizá lo vea.) Oh sí, se me olvidó. Le diré a él. Dile que le envío saludos. El mundo es pequeño. Él estuvo trabajando para mí antes, conmigo y él ayudaba ocupándose de… no puedo recordar, conducir, limpiar ollas y cacharros, y de comer, sí, comía mi comida. Y entonces quise aprender a volar un helicóptero, en serio. Pero después, tuve que mudarme, así que lo aprendí en otro país más tarde. Lo hice, volé, pude, solo que no pude continuar. Porque tienes que esforzarte mucho para conservar la licencia. Cuanto más viejo eres, más son las pruebas, análisis de sangre, de la vista, de los oídos, de la nariz, de la barbilla, del pelo, el test que sea. Y tienes que volar con frecuencia para tener las horas requeridas para continuar siendo un piloto. No es solo estar en forma física, también necesitas horas de vuelo. Un requerimiento mínimo para conservar la licencia de vuelo. Es por tu propio bien, porque si no vuelas, te olvidarás, olvidas qué botón es para qué cosa. Y si en lugar de querer subir, chocas contra un árbol, entonces no es bueno.

Volar no es como conducir. Cuando conduces puedes parar el coche enseguida al costado del camino o donde sea, descansar o pedir instrucciones. Por allá los pájaros no te dicen nada. Ellos no saben dónde quieres ir, no saben qué quiere decir Mónaco, qué dirección indicarte. Volar es una historia completamente diferente. Pero lo disfruté mucho, lo disfruté mucho. Ojalá hubiera continuado pero estaba muy ocupada. Es divertido. Es divertido cuando ves al piloto, él puede dar vuelta el avión y el estómago va hasta tu nariz; así es como se siente. Y en ese momento, te acuerdas de Dios, eso es seguro. Tiene un punto a su favor. Tiene algo bueno. Al menos ganas unos puntos, recuerdas a Dios en algunos momentos. Cuando miran al cielo a veces, un avión o helicóptero hace maniobras como en una demostración para un espectáculo y se ve muy divertido. Pero cuando te sientas en él, especialmente cuando solo eres el copiloto, y no manejas, él hace lo que quiere con tu estómago. Y ya no sabes a qué lugar pertenece tu corazón. En ese momento, es bueno recordar al Maestro o a Dios o a los ángeles, a quien puedas.

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